Cabeza la Vaca, España

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Cabeza la Vaca España

En la Edad del Hierro, esta región, como toda la zona sur de Extremadura donde se encuentra Cabeza la Vaca, estaba habitada por pueblos celtas conocidos como los celtas, pero en la frontera con los túrdulos y los turdetanos (derivados tartesianos) en el sureste. A lo largo del siglo II a.C., la conquista y asentamiento romano en el sur de Extremadura desplazó a las lenguas celtas de esta zona. Es posible que la comarca que hoy es Cabeza la Vaca disfrute de un periodo de prosperidad, ya que la calzada romana Ruta de la Plata está muy cerca conectando el sur y el norte de la Península Ibérica. Se han encontrado monedas romanas en los alrededores de Cabeza la Vaca por agricultores al arar la tierra. Roma mantuvo el control hasta el siglo V. El fin de la dominación romana permitió la etapa visigoda. En otras partes de la península, este primer dominio significó una etapa de estancamiento; Sin embargo, a juzgar por la cantidad de escrituras y restos encontrados en la zona y en el mismo pueblo (elementos reutilizados en fuentes o columnas), esta época fue importante para esas tierras. La conquista musulmana, entre los años 711 y 716, no supuso el fin del cristianismo. En este paisaje montañoso, escarpado y escarpado hubo resistencias hasta el siglo IX, luego la zona fue despoblada, de ahí los escasos restos relacionados con el musulmán y la falta de continuidad de Cabeza la Vaca con otros asentamientos anteriores. Tras la reconquista cristiana en la primera mitad del siglo XII por el Reino de León y la Orden de Santiago, hacia 1230, algunas chozas y cabañas, quizás relacionadas con poblado desconocido y arrasado de época visigoda y supervivientes del dominio musulmán, fueron atrayendo poco a poco a colonos del norte, hasta que a finales de siglo el lugar pasó a llamarse Cabeza de la Vaca de León, comenzando la historia moderna de la ciudad. La lengua del León se extendió por Extremadura, sin embargo el castellano se impuso en el siglo XIV. La proximidad de otro reino español, Portugal, junto con las guerras civiles dentro de Castilla y León y las terribles plagas llevaron a la inestabilidad hasta el siglo XV, cuando Cabeza de la Vaca se consolidó firmemente. La ciudad estuvo estrechamente ligada a la conquista de América y al Reino de Sevilla desde finales del siglo XV. Entre los personajes más importantes del pueblo destaca Diego María de la Tordoya, ilustre vecino Cabeza de Vaca, nacido probablemente en la década de 1460-1470, fue uno de los compañeros de Colón en la primera expedición al Nuevo Mundo, y murió allí. Por otro lado, en el Archivo de Indias se encuentran algunos movimientos de población, especialmente en el siglo XVII hacia la Nueva España y el Perú. El XVII está marcado por el colapso del sistema económico basado en viejas estructuras casi medievales, y sobre todo por el conflicto con Portugal, que rompió la unidad de España. Mientras que el siglo XVIII se caracterizó por el crecimiento. Muchas tierras de los alrededores de Cabeza la Vaca fueron utilizadas para la agricultura y sobre todo para la ganadería, según las órdenes religiosas perdieron fuerza, configurando el modelo económico actual del pueblo. Las desamortizaciones del siglo XIX intensificaron este proceso, pero las tierras cayeron en menos manos. La sociedad de Cabeza la Vaca se dividió en agricultores, propietarios de propiedades y jornaleros agrícolas. Esto, sumado al crecimiento de la población, provocó profundas desigualdades sociales. Sin embargo, la segunda mitad de este siglo tuvo una prosperidad relativa, porque la economía agrícola pasó gradualmente de una aldea comunal a una agricultura privada más eficiente basada en la agricultura; Sin embargo, había menos necesidad de mano de obra en la granja, por lo que muchos se fueron a las ciudades. En 1905 la ciudad llegó a tener más de 5.000 habitantes, pero la población disminuyó gradualmente. Demasiada población para una zona económica atrasada y, sobre todo, mal organizada. A partir de la década de 1920 aparecieron las migraciones hacia las zonas cercanas o Badajoz, Sevilla y Madrid, que se intensificaron desde la década de 1950 hasta la de 1970, cuando seis de cada diez personas emigraron, también hacia otras regiones como Barcelona o Valencia. Las remesas de los emigrantes se convirtieron en la principal fuente de riqueza a lo largo del siglo. Otro acontecimiento dentro del siglo fue la Guerra Civil Española, en la que las tropas franquistas entraron con poca resistencia en un pueblo aterrorizado por los excesos de los republicanos, como la confiscación de alimentos o la quema de iglesias en pueblos cercanos. Pero, por otro lado, la década de 1940 también fue un año de represión por parte de la Guardia Civil, con los rebeldes en las montañas cercanas a Cabeza La Vaca hasta bien entrada la década de 1950. Desde la década de 1950 hasta el final del franquismo, el pueblo adoptó el uso generalizado de la electricidad y, desde principios de la década de 1980, el suministro de agua, ya que la gente acudía a las fuentes a recoger el agua. Desde mediados de la década de 1980, Cabeza la Vaca, al igual que la región de Tentudia, pasó de ser una sociedad rural estancada a una sociedad de servicios.
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